Chile: EL LIBRO DE VELIZ SUPERÓ MIS EXPECTATIVAS. escribe Ernesto Olivares Perke

EL LIBRO DE VÉLIZ SUPERO MIS EXPECTATIVAS.- (Lo leí de dos sentadas)
   Estoy lejos de ser un crítico literario, pero tengo un par de cosas que decir. “El Pollo” entintó la pluma, escribió su libro y se transformó en gallo. Podemos decir que a sus merecidas etiquetas de ex jugador destacado y técnico triunfante, agrega sin discusión el de escritor avezado.
“Sin amagues” no es sólo un compendio de memorias personales. También es una crónica viva de una época dura, cuando bajo la dictadura la vida se hacía difícil y conservarla constituía todo un desafío, incluso para futbolistas destacados que se habían identificado con el Gobierno Popular del Presidente Salvador Allende.
La obra entretiene, objetivo que para mí es primordial. La idea es captar al lector para quien el soltar el libro para realizar alguna otra labor genera un sentimiento de culpabilidad. Y para ello, Leonardo recurre a un lenguaje simple, directo, sin rodeos seudo intelectuales. Aborrezco los escritos pretenciosos, falsamente adornados con requiebros, arabescos y complicaciones gramaticales que enredan al lector y lo motivan a abandonar la lectura. Alcanzar la simpleza, sin caer en la chabacanería, es un logro mayor. Véliz lo hizo.
Hay un “plus” que lo hace más atractivo y cercano y es que muchos de nosotros convivimos con esos años de la historia de Chile, como también con la mayoría de los personajes que en sus páginas desfilan.
Desde el primer capítulo, “Sin amagues” toma al lector de la mano y no lo suelta. Allí me encontré con un detalle genial: el del maletín de cuero, recurso que se pone al servicio de graficar el triste fracaso del Loco Castillo, quien tuvo un sueño oro y cielo, cuyo proyecto duró lo que dura un sueño.
Véliz se pasea por las poblaciones El Parral y Viña Cousiño y junto a Carlos Caszely y otros astros participa en una pichanga solidaria organizada por el colega Carlos Jimeno. Cuenta pormenores inéditos del viaje a la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas) una semana después del golpe Militar para jugar el épico partido con el representativo de ese país que terminó cero a cero.
Aclarador resulta su relato de su relación con Marcelo Salas y de como llegó a la “U” y no a Colo Colo, en lo cual existe una “responsabilidad” involuntaria de Manuel Pellegrini. En pocas páginas se muestra una verdadera radiografía futbolística y personal del “Matador” y los secretos que lo transformarían en un jugador de elite.
Revelador resulta el capítulo del saqueo a la Salitrera Humberstone y el destino que se le dio a la madera de ahí extraída, detalle que no cuento, pues es mejor leerla de primera mano.
La emoción nos toca el alma con el recuerdo de “El Piojo Salinas” amigo  de Véliz, cargando su tragedia y sufriendo los rigores de una dictadura despiadada (¿Hay alguna dictadura que no lo sea?)
Leonel Sánchez y Pelé eran sus ídolos y a ambos los conoció en diferentes situaciones. Al primero, jugando en contra cuando defendía a Everton y más tarde cuando llegó a la Selección; al segundo, siendo niño y el brasileño vino a Chile con motivo del Mundial del 62. En las últimas páginas, que incluyen fotografías, hay una de Pelé rodeado de niños. Uno de esos jovencitos es Leonardo
Las anécdotas y los recuerdos, entre lo que se cuentan los fallidos emprendimientos empresariales con su socio Carlos Caszely saboteados por agentes de la dictadura e incluyendo un intento de incendio del restaurante “Campo lindo”. La amistad con El Rey del Metro Cuadrado no está ajena a los temas abordados en “Sin Amagues”, lo mismo que otro capítulo dedicado a Mirko Jozic, a la similitud del Colo Colo 73 y el Ballet Azul. Luis Alamos y Luis Santibáñez también están presentes con datos inéditos.
Hay páginas dedicadas al inolvidable doctor Alvaro Reyes, a los contactos que sostuvo en la URSS con el periodista de Clarín Francisco Boizard (“Picotón”), Volodia Teitelboim y otros personajes que buscaban información acerca de lo que pasaba en Chile.
“Sin amagues”, salvo las páginas específicas que relatan sus pasos por Everton; Unión Española, Colo Colo, O´Higgins y la Selección, es más que un libro futbolístico. Yo diría que es una crónica de aquellos años en que se vivió un sueño y más tarde una pesadilla.
Un relato de antología es el llamado “El Distinto”. No les cuento más. Sólo les digo que “Sin amagues” está bien escrito, es entretenido, cuenta novedades y es altamente recomendable.

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