Educación: El indice CADENAS cada vez más alto. Escribe: Prof. Andres Freire desde Uruguay
Profesor Andrés Freire |
O sea cada vez más plusvalor absoluto (como todos nos vamos a tener que jubilar más tarde, si no triunfa la reforma popular), y plusvalor relativo, más trabajo por el mismo salario, porque sabido es que dada la falta de equipos multidisciplinarios y el colapso del sistema de Salud Mental, le sumamos exigencias de atender todos los emergentes, sabiendo además que no existe donde derivar, porque lo que plasman los papeles no está en la realidad material.
Y a esto le sumamos una nueva forma de esclavitud, la exigencia de cumplir con (a la fecha, la imaginación perversa de algunos no reconoce al parecer límites) 6, sí seis cursos, cursitos o cursetes, de 30 horas de duración, lo que da un total de 180 horas anuales, es decir dos meses casi tde trabajo de un docente con 20 horas semanales y por supuesto gratis.
Cuando decimos gratis no es que a los docentes se nos pretenda cobrar (aunque como vienen las cosas en cualquier momento se les va a ocurrir) sino que no se nos va a pagar.
Los funcionarios de la Salud por ejemplo deben hacer un curso anual de actualización, pero para ese fin se les da unas horas de licencia y se les paga una suma que puede llegar a los 18.000 pesos, sin embargo de los docentes se espera que pongan prácticamente dos meses de su tiempo personal en forma gratuita para cursos que son de escaso interés y aporte.
Porque a los profesores en general nos gusta estudiar, las escasas oportunidades que ofrece el IPES y como estas cubren sus cupos, los cursos de las asociaciones profesionales, la cantidad de quienes están haciendo una carrera universitaria o un posgrado son prueba de esta situación. Pero un profesional estudia lo que considera que le hace falta, no lo que le imponen, bueno resulta que somos profesionales, sino lo somos somos trabajadores, el trabajador cumple su horario y se retira cualquier esfuerzo extra es precisamente hora extra.
Al comienzo los cursos fueron obligatorios pero sin sanción, ahora se insiste con la obligatoriedad y se amenaza con afectar la actividad computada, es decir el puntaje escalafonario, tan buenos no deben ser entonces si hay que recurrir al garrote, ya que en este caso ni zanahoria hubo. Parece que está de moda pedir "tiempo de trabajo no pago" como lo definiera alguien de cuyo nombre no me quiero acordar cosa que salga del sarcofago.
Aparicio Saravia escribió una vez que la patria era dignidad arriba y regocijo abajo, ahora la dignidad está volando con algún pasaporte en rumbo desconocido, del abajo ni hablamos ni asomar mucho la cabeza, no sea cosa de que nos pegue alguna bala pérdida de los narcos que se están adueñando de nuestros barrios, mucho pedirle a un gobierno blanco que se acuerde de sus raíces.
Tanto como pedirle a sus socios colorados que se acuerden de cómo actuó Luis Battle (a es cierto ese era "comunista chapa 15 para sus socios actuales), cuando quiso posponer la jubilación de los docentes, nos aumentó el sueldo 20% a los 25 años de servicio, no nos obligó a trabajar más años por jubilaciones menores.
Por lo menos que se acuerden de Manuel Oribe, que estableció en la ley número 242, vigente, la abolición de la esclavitud en nuestro país, que además está vigente: ¿Por qué acaso no lo es exigir 180 horas de cursos gratis? Diganme exagerado si gustan, tantas cosas me han dicho a esta altura, pero no discutan conmigo discutan con la Real Academia Española que define la esclaviud como: " Sujeción excesiva por la cual se ve sometida una persona a otra, o a un trabajo u obligación. servidumbre, explotación, sumisión, sometimiento, sujeción, yugo".
¿Acasó no lo es querer obligar a alguien a cumplir 180 horas de curso sin ninguna remuneración? Así estamos, el índice CADENAS cada vez más alto, verano amargo por delante, después se sorprenden cuando hay cola de docentes en cualquier consultorio psiquiátrico, y eso en el mejor de los casos, en el peor, la enfermedad toma otros nombres más terribles, pero bueno el destino de los siervos en general importa muy poco, "no le pongas bozal al buey que trilla" dice la escritura, consejo sabio que ignorarlo tiene siempre consecuencias para los poderosos y los soberbios.
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