En busca del pueblo que tiene fe. Por Profesor Andrés Freire

Prof. Andrés Freire
La única virtud que podemos reconocer en Milei, Vox y Trump es que le hablan al trabajador común y corriente, y a las capas medias con una perspectiva de cambio y profundamente utopica. Han tomado para sí la idea mesiánica, frente a un progresismo agonizante que no tiene nada que ofrecer más que 5 pesos de propina y algunas compensaciones para las sub tribus en que se divide.

Así legisladores que se dicen comunistas o de izquierdas, se dedican a contar si hacen tríos en la cama, o si se acuestan con personas de un sexo o de otro, como si eso fuera importante más que para la propia persona. Lo importante en política es a quien se beneficia, es la unica pregunta que tiene sentido. A mi no me importa si un legislador tiene tal o cual sexo, género u orientación sexual, lo único que me importa es que esté en primera fila defendiendo los intereses de los trabajadores y el eblo en general. 

Hoy en día se está librando una batalla decisiva por el presente y por el futuro, es la batalla por la Seguridad Social y en el marco de esa batalla los trabajadores y nuestros aliados, expresados políticamente en base a tres pequeñas fuerzas de izquierda que tuvieron el enorme acierto de ubicar la contradicción principal dejando de lado múltiples diferencias y resquemores, hemos obtenido ya una enorme victoria estratégica.

Victoria estratégica porque todos los actores se están definiendo a favor de los trabajadores y en contra de las AFAP, es decir del gran capital nacional y multinacional, o a favor del capital y contra los trabajadores.

Se ha puesto en cuestión las vacas sagradas del capital, se habla de plusvalía, se discuten las carambolas financieras, se descubre que siendo una sociedad más rica pretenden que trabajemos más por menos. La derecha tradicional y la derecha progresista, con todo su tropel de "expertos", "economistas" y "periodistas" esta en un estado de histeria nunca visto.

Y eso es porque le hemos atinado al corazón del enemigo de clase. Tenemos entonces una victoria estratégica de nuestra clase,  si triunfamos en el Plebiscito el triunfo será de una magnitud equivalente a la gran victoria del Protector de Los Pueblos Libres el 18 de Mayo 1811.

La pregunta para los electores es: ¿Nos merecemos está mierda por siempre?

No tener trabajó, tener trabajo y ganar 25000 pesos, o trabajar mucho más ganar más, y que te desplume el IRPF, parece ser nuestros destinos posibles.

Tener que cuestionarse si podemos comprarnos una pizza y un refresco un sábado, o salir a un boliche, porque si no los números no dan. 

Posponer un dentista porque no se puede pagar, esperar meses para ver a un especialista, leyes que marcan derechos que no se cumplen.

Ni que hablar de cuando hay situaciones de discapacidad, más de un año para anotarse en el registro de los empleos, el pase libre nacional que no se cumple, pensiones miserables que se recortan, asistentes personales que son solo para algunos pocos y demoran años.

Transformando estar explotado en un privilegio, y la alternativa que nos plantean no es más que más de lo mismo para siempre. Si hasta los programas de gobierno y las propuestas electorales son más o menos las mismas. Todos con las AFAP, con UPM, con las políticas asistencialistas para los sectores marginales.

Nosotros queremos otra cosa y vamos por otra cosa. No le podemos regalar la dimensión utopica y el mensaje profético a la reacción.

Hace pocos días por enésima vez el portavoz de la reacción invocaba nuevamente a las "fuerzas del cielo", hace unos cuantos miles de años ya se advirtió de los que  lo malo llaman bueno y de que sacrificios eran los agradables y cuáles no. 

El progresismo que hace mucho vendió su espíritu por 30 carguitos, no sabe como responder a la invocación falaz e impía de lo divino.  Nosotros sí.

Es la hora de hablar claro y con claridad, si vamos contra el poder de los ricos, pero los ricos de verdad, si no aceptamos pasivamente los sermones de los gerentes que ganan cientos de miles de pesos y pretenden explicarnos como vivir, tendremos un futuro con salud, educación y vivienda para todos. 

La palabra prometida no es de ellos es nuestra, Dios con el nombre y el rostro que sea, está con los oprimidos y no con los opresores que siguen al Baal del capital.

A veces en la vida se necesita dar un paso en una escalera que no se ve, pero está, a la gente dispuesta a darlo, a los que no se conforman con esto para siempre es a la que vamos a buscar ...


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